Atomium
Por Juan Ramón Jiménez de León
Economista, Académico y Periodista
Fotografía tomada del Atomium de Bruselas, Bélgica durante el Axis for Peace, 2005.
Por Juan Ramón Jiménez de León
Economista, Académico y Periodista
Fotografía tomada del Atomium de Bruselas, Bélgica durante el Axis for Peace, 2005.
Maurice Eugène ANDRE, Specialiste en protection nucleaire, biologique, chimique; Président du Parti Progressiste belge (PPB) et du Parti des Europèens progressites (PEP), 54, Quai du Halage, B-4600 Visé BELGIQUE Tel/fax (0032) 4 3793986
Algunos "científicos" incluso aquellos de nivel universitario, confunden constantemente las nociones relativas a las dos radiactividades: la natural y la artificial. La palabra natural significa: "que pertenece a la naturaleza, que sale directamente de la naturaleza, que no es debida al trabajo del hombre, que no es alterado, modificado, falsificado por el hombre" (Larousse).La radiactividad es pues aquella que pertenece a la naturaleza, que es producida por la naturaleza, que no ha sido ni alterada, ni modificada, ni falsificada por el hombre.
La radiactividad natural no es peligrosa para el hombre que coexiste con ella desde hace milenios. La radiactividad natural, de la que forman parte los rayos cósmicos, no es suficientemente ionizante para ser nociva a la vida pues no sobrepasa el potencial de restauración del organismo. Un hombre que pasea por una Naturaleza respetada por los científicos y los tecnócratas no tiene nada que temer; una persona NO puede volverse más radiactiva de lo que es por el hecho de la influencia de la radiactividad natural. Por consiguiente NADIE corre el riesgo de contaminarse en una naturaleza virgen.
Se pueden permanecer horas, días, meses, años sobre rocas graníticas: no estaremos nunca irradiados de forma nociva debido a ésta estancia. También se puede ir en avión sin temer el efecto de los rayos cósmicos. En éste tema el lobby nuclear hace comparaciones grotescas cuando pretende que el efecto de los rayos cósmicos es de la misma familia que los efectos de las industrias nucleares. La naturaleza nos da rayos cósmicos y algunos átomos radiactivos dispersados e inofensivos. Nuestro cuerpo contiene en sí mismo una cantidad estrictamente limitada de potasio débilmente radiactivo (K 40) que cataliza reacciones de naturaleza química y biológica indispensables. Los átomos radiactivos que nos da la naturaleza son inofensivos para el hombre a condición de que los tecnócratas no comiencen a manipular la radiactividad natural, a deslocalizar los átomos radiactivos naturales y a concentrarlos artificialmente en grandes complejos industriales nucleares. En semejante caso éstos tecnócratas falsifican, alteran y modifican el carácter natural de la radiactividad del medio y de los suelos y producen radiactividad artificial, puesto que está concentrada artificialmente. Manipulación de las masas. De ésta forma se ve a millones de personas manipuladas vía los grandes medios de comunicación y la televisión puesto que se les afirma por ejemplo que el metal uranio 238 es natural...Es evidente que nunca se encuentra en la naturaleza pepitas de uranio metálico como se encuentran pepitas de oro.
Para llegar a producir uranio 238 metálico hay que practicar numerosas manipulaciones industriales sobre centenares, véase millares de toneladas de tierra y de minerales uraníferos. La tierra y éstos minerales contienen átomos de uranis 238 evidentemente: pero éstan dispersos en la masa del globo terrestre y por lo tanto son inofensivos por el hecho de ésta dispersión por una parte y por la pantalla de la masa de tierra que los rodea por otra parte. Pero...alguien con poder financiero o político, puede dar la orden de extraer átomos bien específicos dispersados naturalmente en los suelos y proceder a operaciones industriales que tienen como objetivo reagrupar átomos particulares como los del uranio 238, rompiendo deliberadamente las leyes naturales de dispersión a las cuales éstos átomos están sometidos. Así centenares, véase millares de toneladas de mineral serán extraídas de las profundidades de la tierra y después manipuladas industrialmente por los tecnócratas.
Después el producto final será presentado al gran público vía TV y los medios de comunicación afirmando que se trata de una materia radiactiva que emite radiaciones de origen natural, cuando en realidad se trata de un producto final que presenta radiactividad artificial manipulada industrialmente y convertida en un concentrado artificial muy peligroso. Recordemos por lo tanto que cuando el lobby nuclear nos habla de radiactividad natural hay que estar alerta. El lobby nuclear miente y transforma industrialmente millares de toneladas de materias que presentan la radiactividad natural de entrada en toneladas de materia que presentan toneladas de radiactividad artificial al final del proceso. Éstas materias se han convertido en algo muy peligroso por el hecho de su transformación industrial que ha concentrado su radiactividad. Tales alteraciones de la naturaleza inicial de la radiactividad natural no tienen nada que ver con la noción de lo que es natural.
La primera vez que tuve conocimiento de lo que era la energía atómica fue hace muchos años, en los 60’s, cuando mi pequeña ciudad de Sabinas, Coahuila a 120 kilómetros al sur de la frontera con Texas, tuvo un invierno lodoso, es decir en lugar de caer nieve, cayó lodo del cielo y eso era el efecto de las detonaciones nucleares que EUA estaba haciendo desde julio de 1945 y que se extendieron hasta septiembre de 1992, en sus campos experimentales de Nuevo México. La Presidencia de Adolfo López Mateos levantó una fuerte protesta diplomática contra los experimentos nucleares de EUA cercanos a la frontera con México, desde entonces nuestro país tuvo una avanzada diplomática para desnuclearizar América Latina, EUA lo aceptó a regañadientes y Argentina no lo ha aceptado en su totalidad. En Agosto 5, 1963, los Estados Unidos y la URSS firmaron un Tratado para Limitar el uso de armas nucleares y para prohibir las detonaciones experimentales en la atmósfera, los océanos y el espacio exterior. En 1974 y 1976, de nueva cuenta se firmó una adición que prohibía las detonaciones superiores a los 150 kilotones, llamada The Threshold Test Ban Treaty and the Peaceful Nuclear Explosions Treaty. En base a la Ley de Información (DOE/NV-209 -Rev. 15-December 2000) los Estados Unidos mencionaron que hasta Diciembre 7, de 1993 habían hecho 77 pruebas atómicas en la atmósfera y 20 pruebas subterráneas en su sitio de Nevada, lo cual fue corroborado por los siguientes laboratorios nucleares dependientes de la Secretaria de Energía de los EUA, Los Alamos National Laboratory, Los Alamos, New Mexico; Lawrence Livermore National Laboratory, Livermore, California; y Sandia National Laboratories, Albuquerque, New Mexico; y the Defense Nuclear Agency. Un personaje importante de las luchas cívicas contra el avance de la contaminación nuclear fue el físico nuclear Leonard Dietz quien acaba de fallecer el 24 de octubre del 2005 a los 82 años de edad. En 1979 demostró que las partículas de uranio empobrecido UE se extienden al menos hasta 40 km, elaboró las modernas técnicas de detección de contaminación radiactiva y denunció la locura de la industria nuclear civil y militar hasta su muerte. Todos nosotros, incluyendo los miembros de TODAS las generaciones futuras que aún no han nacido, debemos estarle profundamente agradecidos.
Tras las reuniones de Agosto 2001 en Bruselas el Dr. Pierre Pierart y otros veteranos antinucleares se comprometieron a realizar una revisión de la literatura científica que demuestra: - su toxicidad ocultada. - que no es uranio empobrecido.
Esto es algo fundamental por lo que proponemos que dejemos de utilizar el término uranio empobrecido elaborado por el lobby militar-industrial para engañarnos. Se ha demostrado contaminación por plutonio, uranio 236 y otros elementos artificiales que no forman parte del UE en los veteranos de la Guerra del Golfo, en Irak, en Yugoslavia y más recientemente en Afganistán. El apoyo mutuo es esencial para poder informar a la población de la locura que representa continuar contaminando el planeta para siempre, ocultada por la complicidad de los medios de desinformación y por los "expertos científicos" al servicio del complejo militar-industrial. Es preciso recordar que los Estados Unidos, guardián de los intereses de las multinacionales que desde hace tiempo gobiernan el planeta y de sus instituciones FMI, OMC, Trilateral, etc. nos están llevando a una situación insostenible a largo plazo donde la riqueza está cada vez en menos manos y los pobres son y serán cada vez más ... Es muy urgente informar a los ciudadanos de que esta situación injusta es incompatible con la paz que casi todos deseamos. El tema de la contaminación radiactiva no es un tema colateral, es un buen ejemplo para entender el orden criminal que pretenden imponer los poderosos. Estos locos han escogido comprometer el porvenir de su descendencia y de toda la humanidad con inmuno-deficiencias, cánceres y malformaciones monstruosas que están en aumento. Nadie en su sano juicio puede avalar esta política demencial. Por lo tanto tenemos ya un consenso mayoritario de toda la humanidad puesto que apela a un instinto biológico ancestral básico de perpetuación de la especie y de lucha contra los "parásitos agresores" que pueden ponerla en peligro. Pero para que este instinto se active es imprescindible que la especie humana esté informada de ese peligro.
Lo que sigue es un resumen de historia de Dietz, quien nació en Manistee, Michigan. y creció allí. En febrero de 1943 se alistó en el Cuerpo del Ejército del Aire de EEUU y tras graduarse sirvió como piloto en el 506th Fighter Group, 462nd Fighter Squadron estuvo en la base de Iwo Jima. Volaba un caza P51D Mustang en misiones de muy largo recorrido durante los últimos meses de la Segunda Guerra Mundial. Se le otorgaron tres Medallas del Aire y una Citación de Distinción de Unidad, y fue dado de baja de los Cuerpos del Aire en agosto de 1946 como Primer Teniente. Tras la guerra, se graduó en física en la Universidad de Michigan en 1949. Trabajó en la empresa nuclear General Electric en el laboratorio de ingeniería en Schenectady, estado de Nueva York, hasta 1955, y luego en el laboratorio atómico de Knolls Atomic Power Laboratory (KAPL) donde trabajó durante 28 años. Dietz también desarrolló en su vida otras actividades: Fue bombero voluntario durante 14 años. Fue el tesorero de Jones Boarding Home, una organización sin ánimo de lucro local que cuidaba de adultos mentalmente desaventajados, y era un miembro activo de la First Unitarian Society of Schenectady y la Unitarian Universalist Society of Albany, y presidente de la Albany Memorial Society. Dietz era físico nuclear experto en investigación experimental en espectrometría de masas y fue el responsable de desarrollar instrumentación avanzada de espectrometría de masas y nuevas técnicas analíticas para el análisis de las proporciones de los isótopos del uranio y el plutonio. Sus extensas investigaciones publicadas en la detección de iones tuvieron como resultado los detectores de conteo de pulsos para la espectrometría de masas. Fue el jefe del grupo técnico del laboratorio atómico en detección y análisis de la contaminación radiactiva con espectrometría de masas (hay cientos de documentos sobre ello en la web). Dietz y sus colegas estaban utilizando la espectrometría de masas para medir el contenido de uranio en los monitores de los filtros de aire de las instalaciones de la Marina cuando accidentalmente descubrieron partículas de Uranio Empobrecido. Como sabían que sus instalaciones del KAPL no procesaban UE, supusieron que provenía de la fábrica National Lead Industries (NLI), cerca de Albany en el estado de New York, que producía municiones penetradores de cañón de 30mm con 300 grs. de UE para el ejército norteamericano. Se pidió una investigación al laboratorio donde trabajaba Knolls Atomic Powers Laboratory de Schenectady en 1979. "Hicimos un seguimiento durante 5 meses. Encontramos las partículas incluso en el punto de control más lejano, situado a 40 Km. al noroeste. Encontramos partículas esféricas y no esféricas de UE de 4 a 6 micrómetros de diámetro (milésimas de milímetro). Una persona puede inhalar una partícula de esas dimensiones y que se quede en los pulmones" . Según Dietz, la única razón por la que no se detectaron partículas más lejos es porque no existían estaciones de control más lejanas. Sostiene como muchos otros científicos (ver sus trabajos en anteriores boletines) que con condiciones de viento adecuadas, las partículas, seguramente, se extenderían mucho más lejos .Dietz compiló sus datos en un informe que mandó a la Marina en enero de 1980. Las mediciones del Departamento de Conservación Medioambiental estatal encontraron que la cantidad de UE emitido en enero de 1980 era diez veces superior al valor máximo permitido en el estado (150 microcurios por mes). Así que ante estas evidencias la producción se detuvo. Aunque él personalmente no cree que su informe fuera la causa de ello. En su intervención en el Foro de Jonesborough, Tennessee, el 12 de noviembre de 1994, evocó el testimonio escrito del doctor Carl Johnson, uno de los principales investigadores del National Cancer Institute, según el cual, en 1982, es decir, dos años después del cese de sus actividades , " ciertos trabajadores de la fábrica de NLI presentaban concentraciones de uranio en la orina correspondientes a una emisión de 30 picocurios por litro".La fábrica se cerró definitivamente en 1983, y comenzaron las labores de descontaminación y limpieza en 1996. Hasta ahora se han gastado 100 millones de dólares, que salen del bolsillo del contribuyente, por supuesto. Dietz no pudo comunicar sus resultados a los medios de comunicación hasta que se retiró en 1983. Desde entonces se mantuvo activo pero no ya trabajando para la industria nuclear, si no con pleno conocimiento de causa como científico experto en temas cruciales de contaminación, trabajando incansablemente en su contra. Desde febrero 1991, antes de que empezaran los combates terrestres en Irak, Dietz protestó y calificó la operación Tormenta del Desierto (de Papa Bush) como la operación "más tóxica de la historia"; elaboró un informe sobre el uranio empobrecido para el Departamento de Energía. Demostró que una partícula de "uranio empobrecido" de 2.5 milésimas de milímetro engendra una contaminación radiactiva de 170 rems por año, es decir 100 veces mas de los límites autorizados para la población y 34 veces mas para los trabajadores nucleares (que como todos sabemos son una raza de superhombres que pueden ser 10 veces más resistentes a la radiactividad según las definiciones de los expertos oficiales). Una partícula de 5 milésimas de milímetro engendra 1.360 rems y así en consecuencia. Pero además hay que recordar que estos límites son en el fondo un fraude que se basa en los estudios de Hiroshima. Dietz aseguró que: "No existe ninguna solución para las áreas afectadas con uranio empobrecido, a no ser que removiéramos todas esas tierras por completo. Además, debemos tener en cuenta que los efectos de este material pueden durar 4,500 años". En una carta a Chemicals & Engineering News, Dietz y al boletín de científicos atómicos (FAS por sus siglas en inglés), preguntaba haciendo referencia al cierre de la fábrica National Lead Industries por contaminación radiactiva comparándola acertadamente con la contaminación radiactiva diseminada en Irak: "Si las autoridades del Estado de Nueva York se han preocupado por una emisión mensual de radiaciones equivalente a la de las partículas emanadas de uno o dos proyectiles de uranio de 30 mm, ¿cómo es posible que el gobierno norteamericano no se preocupe por los efectos de decenas de miles de proyectiles lanzados en algunos días de guerra?". El profesor Leonard Dietz redobló desde entonces sus publicaciones y declaraciones para dar a conocer los peligros de las armas radiactivas de uranio mal llamado empobrecido. Tras la Guerra del Golfo de 1991, proporcionó información sobre la física de las partículas aéreas de uranio provenientes de municiones de uranio a periodistas de la TV, radio y prensa, al Congreso, y a los ecologistas e investigadores que estaban interesados en la expansión y los riesgos para la salud de estas partículas radiactivas. Colaboró con el UMRC, Uranium Medical Research Center, en el campo en que era especialista, los análisis de bajas concentraciones de uranio en los veteranos y en las victimas de Afganistán e Irak. Ver al respecto sus trabajos en inglés publicados en la web del UMRC , y en español el boletín nº 87 donde figura el texto integro de su carta Análisis del uranio. La metodología y la dificultad de efectuar pruebas de UE. Carta a los veteranos de la guerra del Golfo preocupados por la enfermedad de la guerra del Golfo y a los veteranos y civiles preocupados por la posible contaminación por isótopos radiactivos. (www. amcmh.org), Dietz denunció incansablemente y valientemente el genocidio transgeneracional del complejo nuclear militar-industrial de EUA, a pesar de haber trabajado en él. Y demostró que sus denuncias no estaban basadas en opiniones sino en pruebas científicas. Todos nosotros debemos estarle profundamente agradecidos por sus aportaciones científicas en la lucha contra la contaminación radiactiva impune y creciente .
Las 27 mil ojivas nucleares que tienen "ocho o nueve" países en el mundo "son demasiadas" y la comunidad internacional debería hacer que la fabricación y posesión de ese tipo de armas sean consideradas una "inmoralidad" y reciban la misma condena universal que la esclavitud y el genocidio, afirmó hoy el director de la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA), Mohamed El Baradei, al recibir el Premio Nóbel de la Paz 2005. "La parte difícil es cómo crear un medio en el que las armas nucleares, como la esclavitud y el genocidio, sean vistas como una anomalía histórica", expresó El Baradei en su discurso de aceptación del galardón, consistente en medalla de oro y diploma. El Baradei y la AIEA obtuvieron el premio por sus esfuerzos en favor del uso de la energía atómica con fines pacíficos y "de la manera más segura posible". "En algunos casos pueden estar tentados a buscar sus armas de exterminio, como hicieron otros que les precedieron", señaló El Baradei, y luego propuso que la comunidad internacional se asegure "de que los Estados con armas nucleares den pasos concretos hacia al desarme" y esas palabras me recuerdan la labor del Premio Nóbel de la Paz 1982, Alfonso García Robles. Nació en Zamora, Michoacán., el 20 de marzo de 1911; falleció el 2 de septiembre de 1991. Ingresó en El Colegio Nacional el 4 de abril de 1972. El desarme y las naciones unidas (discurso de ingreso). Memoria, tomo VII, número 3. 1972 pp. 259-267, Licenciado en derecho por la Universidad Nacional Autónoma de México, con estudios de posgrado en el Instituto de Altos Estudios Internacionales de la Universidad de París (1936) y en la academia de Derecho Internacional de La Haya (Holanda) (1938), ingresó al servicio exterior mexicano como tercer secretario de la delegación mexicana en Suecia (1939). Fue director general de Asuntos Políticos y del Servicio Diplomático de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), director del Departamento de Europa, Asia, y África de la SRE, embajador en Brasil, y subsecretario (1946-1967), cuya labor culminó con la firma del Tratado de Tlatelolco (1967). Representó a México ante el Comité de Desarme y el Consejo de Seguridad de la ONU con sede en Ginebra. Fue autor de diversos artículos y libros, entre estos figuran: Le Panaméricanisme et le Politique de Bo Voisinage (París, 1938), Premier Congres d´ètudes Internationales (1938), La Question du Pétrole au Mexique el le Droit Internationale (1939), La cláusula Calvo ante el derecho internacional (1939), El mundo de la posguerra (2 vols., 1946), La conferencia de San Francisco y su obra (1946), Política Internacional de México (1946), La desnuclearización de América Latina (1965), La anchura del mar territorial (1966), El Tratado de Tlatelolco. Génesis, alcance y propósito de la proscripción de armas nucleares en América Latina (1967) y Tratado para la prohibición de Armas Nucleares en América Latina. En El Colegio Nacional desde el 4 de abril de 1972. Embajador emérito desde 1981. En el año 1982 compartió el Premio Nóbel de la paz con la sueca Alva Myrdal. En 1988 presidió el Comité de Desarme de la ONU.
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